La salud en el ámbito escolar ha sido, desde siempre, una cuestión de suma importancia para la comunidad. Actualmente, la demanda de dotar los centros educativos de un referente sanitario que garantice una mayor participación sanitaria en el ámbito ha suscitado un aumento del interés social. El aumento de las enfermedades crónicas entre los más pequeños, la necesidad de abordar la educación sanitaria desde la infancia y la experiencia de comunidades como Madrid y Valencia, que cuentan con un profesional de enfermería en los centros educativos, han hecho que el debate se centre en la creación y dotación de la figura de la Enfermera Escolar. El debate suscitado en el ámbito social ha conllevado una propuesta realizada ante la Junta General del Principado de Asturias para desarrollar las posibles estrategias de implantación.
Ante este escenario, la Sociedad de Enfermería Familiar y Comunitaria (SEAPA), pretende ofrecer su perspectiva para implementar la enfermería escolar en los centros educativos.
Creemos que la dotación necesaria de profesionales de enfermería pudiera dar respuesta a las dificultades que se plantean en el actual sistema. Para ello, se destacan los siguientes puntos:
- La Enfermería Escolar ofrecería una mayor estabilidad y continuidad a la atención sanitaria en los centros educativos. Asimismo, podría constituir una figura de enlace entre el medio educativo y el sanitario. Este nexo facilitaría la implementación y desarrollo de nuevos programas de promoción de la salud y prevención y aseguraría el mantenimiento de aquellos que ya se están desarrollando en la actualidad.
- La Enfermera Familiar y Comunitaria es el profesional más idóneo para este perfil, por sus competencias en la Educación para la Salud, así como en las asistenciales. El cuidado compartido de la salud de las personas, las familias y las comunidades en el «continuum» de su ciclo vital ofrece una perspectiva más compleja y amplia, con un marco de acción más extenso. La enfermera escolar como figura al margen de la enfermera comunitaria, pudiera provocar el fraccionamiento de la atención con la consiguiente ruptura de la integridad y la continuidad de los cuidados que, lejos de solucionar problemas, conduciría a generar unos nuevos.
- La naturaleza del sistema sanitario difiere en sus características, así como en la temporalidad de la atención, en cuanto al educativo, por lo que una figura que garantizara la continuidad de las funciones sanitarias durante el curso escolar pudiera hacer que el abordaje sanitario en este medio fuera más satisfactorio.
Para finalizar, queremos expresar nuestra disposición para que las enfermeras comunitarias sean referencia en todas estas actividades y centros, impulsando los cuidados a la salud de los escolares en los centros educativos, mediante un abordaje asistencial y educativo, actividades para las cuales la EFyC está cualificada para realizar satisfactoria y eficientemente.